Cuando quien nos juzga tiene únicamente la caduca "autoridad" para hacer un tachón en un currículum que has logrado durante doce años con distintos reconocimientos -de profesionales y compañeros-.
Cuando la injusticia, el desequilibrio y las malas prácticas de algunos "profesionales" ponen en jaque el futuro de los buenos y de los que de verdad valen. A ellos y ellas, que no merecen estar donde están, les deseo la misma medicina. A las de lejos y a las de cerca.
A las de aquí y a las de allá. A las de este lado de la isla y a las de la otra orilla . A las del Ponent y a las de la catalana Tramontana. A las que abusan de su poder y a las que falta disciplina.
Al privilegiado del otro lado del correo y a quien respalda solo la posición y no el mérito diario. A los que no merecen estar donde están. A ellos y a ellas les deseo tantas sombras como brillos dejan. Sospechosa, en plazos estériles de respuestas ratardadas, dudosa catadura moral y cara larga. Qué duerma como yo duermo. Nada.